Sin duda, el triunfo de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, quien es calificado de ultraderecha, repercutirá en México con Claudia Sheinbaum de ultraizquierda; hay que señalar que los dos son ultras, Trump y Sheinbaum, no se puede considerar a Claudia y a la 4T de moderada, liberal o demócrata, cuando en un mes acaban con la Republica al desaparecer al Poder Judicial y blindar su reforma con otra ley, “la supremacía constitucional” y, en el siguiente mes, eliminar instituciones autónomas que frenen el oficialismo y el arribo de una dictadura fascista.
Tanto Sheinbaum, como Trump, de corte populista, uno de ultraderecha y otra de ultraizquierda, ambos con intereses diferente, pero Claudia con una carga ideológica profunda, mientras que Donald con un pragmatismo por el poder.
Donald Trump ganó al estilo de John F. Kennedy, con dinero, dinero y más dinero; Sheinbaum ganó mediante la sumisión o la subordinación al Mecías de Macuspana y continúa haciéndolo de manera atropellada sometiendo a “opositores” con dinero o mediante amenazas.
En México el poder esta en “la chingada” a través de los hilos conductores de Adán Augusto López, Ricardo Monreal y de Andy López Beltrán, el verdadero sucesor del movimiento de la 4 Transformación.
En la primer campaña Trump descalificó a los medios de comunicación y a Hillary de pertenecer a una “elite corrupta e incompetente que se siente cómoda gestionando el declive” de EU; Sheinbaum adopta las frases de AMLO para descalificar a los que se oponen al segundo piso de la trasformación como “corruptos” y defensores de “privilegios”.
El T-MEC, la migración, el empleo y la droga del fentanilo son temas que funcionaron para el triunfo de Donald Trump y son factores que operan en contra de México y de la presidenta; salvo que quiera millones de pobres en México “cunado los necesite” en las urnas.
En México se controla a INE, al TEPJF, se impone una mayoría en el Cámara de Diputados, sometiendo a diputados electos de oposición mediante la extorción, así como a Magistrados de la SCJN, se anuncia la desaparición de instituciones autónomas, lo que le dará todo el poder a la 4T; Trump, en su discurso triunfal, pide unidad de todos los norteamericanos y regresar a EU su grandeza.
El presidente electo de EU se rodea de un equipo de trabajo que le permita cumplir con sus promesas de campaña; en México se percibe una desconfianza y se afirma que tanto el líder de la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, como del Senado, Adán Augusto López, son “correas” que limitan a la nueva inquilina de Palacio Nacional.
Analistas, articulistas y comentaristas de los principales medios de comunicación, afirman que a México le convenia el triunfo de la izquierdista globalista, proaborto, proLGBT, Kamala Devi Harris y, por supuesto, que se contaría con un mayor lazo con Claudia Sheinbaum, quien además de haber sido miembro del L19 de Colombia, según el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, comulga con los postulados marcados en la Agenda de la ONU 20-45, Grupo Sao Paulo, Grupo Puebla, de corte Marxista, creados después de la caída del Muro de Berlín por Fidel Castro y Lula Da Silva.
Trump, calificado de Derecha libertario, corriente a la que también pertenece el presidente de Argentina, Javier Milei, y del Salvador, Nayib Armando Bukele, consideran analistas que evitará el avance de la corriente Marxista en Latinoamérica, incluido México.
Como sea, Donald Trump y Claudia Sheinbaum deberán de protagonizar luchas políticas, de seguridad y económicas, en el futuro. Por supuesto que consideramos que puede ser un dique de contención al avance de la dictadura Morenista; aunque también consideramos que a los gobiernos de Estados Unidos lo único que les interesa es proteger sus intereses económicos y a sus ciudadanos.